El Gobierno limitará algunos de los beneficios fiscales del
IRPF y del Impuesto de Sociedades, para ayudar a costear la rebaja de impuestos.
El ejecutivo ha programado un recorte de tributos para los
dos próximos años. Para evitar que caigan los ingresos compensará estas
disminuciones con menos deducciones. Lo que ganan los trabajadores y empresas
por un lado lo pierden por otro.